Tirúa, Jueves 3 de Diciembre de 2015 a las 19:43

La Biodiversidad Agrícola fue protagonista de una nueva cita entre profesionales de Inia y los agricultores indígenas de Tirúa

Diseñar el sistema de cultivo es de vital importancia para la vida de la planta. Por ello, los profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA, destinaron una nueva capacitación del proyecto “Desarrollo de Capacidades para la Producción y Venta de plantas de hortalizas por las Comunidades Indígenas de Tirúa en la provincia de Arauco”, a hablar y conocer más sobre la Biodiversidad, que entrelaza diferentes tipo de cultivo de acuerdo a su corto, mediano o largo plazo de cosecha.

Mario Saavedra, encargado del proyecto, destacó que en esta ocasión en particular se propusieron como meta que “los usuarios del proyecto puedan comprender qué es la biodiversidad y cuál es su importancia en los sistemas productivos. En este caso, para las hortalizas, hay que elegir biodiversidad y no los mono cultivos”, repuso el profesional y destacó que como parte del aprender-haciendo, adoptado por este equipo de trabajo, se optó por emplear dinámicos juegos donde todos los asistentes pudieron participar y aclarar dudas.

Recordemos que este inédito convenio entre INIA y la Corporación de Desarrollo Indígena, Conadi, logrará finalmente capacitar de manera directa e indirecta a ocho comunidades indígenas del sector Quidico y Punotro. Según Héctor Manosalva, antropólogo sociocultural que es también parte del equipo de profesionales de este proyecto, estamos en presencia de un “trabajo asociativo, ya que se rescata en trabajo aplicado que ellos mismos nos enseñan, cómo hacen su agricultura, y luego INIA articula ese conocimiento con aprendizaje a través de una sistematización de información”, detalló Manosalva y destacó que como misión INIA y Conadi “estamos respetando mucho las ‘postas’ culturales. El tema es primero escuchar, para poder luego trabajar de buena forma el abordaje”, expuso el profesional que se ha desenvuelto de manera muy certera y generando importantes vínculos de confianza entre los beneficiarios y los profesionales.
Erma Riffo, integrante de la Comunidad Gerónimo Ancalao, comentó que tras participar del proyecto reconoce que “hemos estado produciendo plantas que no conociamos mucho, son comidas nuevas y dinero también, porque vamos a ir promocionando después, hablando con mi gente que son productos sanos sin químicos”, subrayó la mujer. Otro caso similar fue el relato de don Roberto opazo que dijo “yo soy agricultor, tengo una huerta chiquitita, pero tengo animales también y es poco tiempo que tengo para una huerta más grande, pero me tengo que hacer el tiempo”, se propuso, notablemente motivado por ser parte de este proyecto que ha impulsado su capacidad de emprendimiento. 
La Directora Técnica del Centro de Transferencia Tecnológica Arauco Sustentable CTTE e Ingeniero Agrícola de INIA, Cecilia Céspedes, explicó que como misión INIA tiene en esencia la investigación, por lo que la transferencia de conocimientos una acción que han mejorado enriquecedoramente con este proyecto, “hemos aprendido a ser mas transversales, homogéneos y hemos conformado un buen grupo humano”, admitió satisfecha Céspedes a tiempo que destacó la existencia de una agricultura convencional que está adoptando de buena forma un manejo sustentable, “yo recupero el conocimiento agro local, pero nosotros vamos modificando ciertas técnicas con materias orgánicas para biofertilizantes que brindan aportes a la planta además de micro y macronitrientes. A medida que pasan las semanas van dándose cuenta que fortalecen las plantas a través del uso de materia orgánica”, concluyó.

Este programa que lleva a cabo la Unidad de Desarrollo Indígena de la CONADI, tiene un presupuesto total de 35 millones de pesos y su objetivo es expandir las capacidades de ocho comunidades indígenas generando competencias para innovar, emprender y comercializar hortalizas, lo cual mejorará la calidad de vida de las comunidades rurales, respetando sus derechos, tradiciones, cosmovisión. Asimismo, Carlos Carvajal, director regional de Conadi comunicó que “esperamos que el fortalecimiento que se visualiza del grupo que participa de las capacitaciones, los inste a seguir trabajando como comunidad y entre comunidades, siendo así un ejemplo para considerar a futuro y replicar en otras localidades”.

La cita incluyó la plantación de árboles nativos ornamentales y aromáticos con la intención de unir ecosistemas y hábitats, corredor biológico que facilitará el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos ecológicos, contribuyendo la dispersión de especies de flora y fauna silvestres.