Con la pronta llegada de la primavera y con ella el aumento de las temperaturas, el Departamento de Manejo del Fuego de CONAF Región del Biobío se encuentra realizando una serie de actividades de prevención de incendios forestales. Una de ellas está relacionada con las quemas de desechos agrícolas y forestales. Es por ello que, desde febrero de este año, la Corporación está llevando a cabo el programa “Transferencias de Prácticas Alternativas al Uso del Fuego”, financiado por el Gobierno Regional, por un monto de $351 millones y ejecutado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, INIA-QUILAMAPU.

 

El programa pretende mostrar una opción viable a la quema de rastrojos, una práctica común entre los agricultores y que genera riesgos de incendios forestales. Pero a pesar de que sólo el 8,7% de los incendios en la región son producto de quemas no controladas, la cifra de igual forma preocupa a la Corporación.

 

El Director Regional de CONAF, Francisco Pozo, dijo que “nuestra región cada año empieza su sistema de alerta y control de incendios forestales, y en este contexto, el programa de‘Trasferencias de prácticas alternativas al uso del fuego’  va a ser una tremenda oportunidad para disminuir el número de incendios forestales y la fuente que los provoca. Todos los años nos llegan solicitudes de aviso de quema para aproximadamente 30 mil hectáreas y si nuestros agricultores pudiesen ocupar esos desechos en otras alternativas que favorecen además su producción, aparte de evitar los incendios forestales, estamos aportando en la alimentación de la masa bovina en la región”.

En ese contexto es que, durante esta semana se realizó un día de campo en la parcela de transferencia tecnológica Puyehue, perteneciente a la Asociación de Agricultores de la Provincia de Arauco, ubicada en la comuna de Cañete. Allí los profesionales del INIA-QUILAMAPU, a cargo de la ejecución del programa, mostraron a los agricultores de la Provincia las diferentes alternativas para la reutilización de los rastrojos de los cultivos.

En la ocasión, los 40 asistentes tuvieron la posibilidad de participar de las charlas efectuadas por los profesionales de INIA, Carlos Ruíz, Mario Saavedra y Juan Tay, sobre utilización de rastrojos de cereales en alimento para bovinos, fabricación de compost y pellet.

El investigador Carlos Ruiz destacó el éxito de la actividad y los importantes resultados que se han obtenido: “Nos hemos enfocado a establecer centros demostrativos que nos permitan hacer algunos ensayos y, particularmente, producir en los predios de los agricultores algunos granos para la alimentación bovina, basando un 80% de la ración compuesta en paja de trigo. Estamos logrando ganancias diarias de un kilo en promedio de razas especializadas en producción de carne, eso es un muy buen resultado, ya que los agricultores pueden ahorrar en los costos de alimentación en sus predios y constituir una alternativa a la quema de los rastrojos agrícolas”.

 

Por su parte, los agricultores se mostraron comprometidos y entusiastas con la adquisición de nuevos conocimientos. Ceferino Mendoza, agricultor del sector de Antiquina, calificó el día de campo como un aporte. “Actividades como ésta son buenas, ya que generalmente uno ve los rastrojos como algo inútil y optaba por quemarlos para poder despejar los suelos, y de todo lo que nos han mostrado vamos a ir sacando los conocimientos para poder implementarlos de a poco en nuestros cultivos”, precisó.

El Programa “Trasferencias de prácticas alternativas al uso del fuego” pretende beneficiar a 200 propietarios de las cuatro provincias de la región de manera directa y otros 300 de forma indirecta, entregando la información a través de tres módulos experimentales que posee el INIA en las comunas de San Ignacio, Cañete y Yumbel. 

Cabe destacar que entre octubre del año 2012 y mayo del 2013 se recibieron 4.700 avisos de quema, correspondiente a 63.800 hectáreas, en toda la región.