Han pasado siete años desde que la empresa Carvile, cerró definitivamente sus puertas y el recuerdo de la época carbonÃfera de Lebu aún se mantiene fresco en la memoria de sus protagonistas.
Por más de un siglo, los hombres del carbón fueron los encargados de dar vida a la ciudad mediante la explotación del llamado oro negro, sin embargo, la crisis de la industria minera marcó el término de una valiosa fuente laboral, y puso fin a una época que impulsó una identidad que trasciende hasta nuestros dÃas.
Atrás quedaban las jornadas de trabajo, que comenzaban a las 7:00 de la mañana o 3:00 de la tarde, con lámpara en mano y sacando tarjeta para tomar el convoy y bajar a la mina. Los turnos interrumpidos por la “chepa”, donde los mineros desayunaban un “manche” con una “agüita perra”, eran sagrados para continuar con la extracción del carbón, mientras en sus hogares, esposas e hijos, a diario, los veÃan llegar con sus rostros manchados de carbón y cansancio.
Una vida llena de sacrificios, alegrÃas y penurias que fue recordada al recorrer los pasillos del nuevo museo minero alojado en la Mansión Errázuriz, donde los ex trabajadores del carbón y todos quienes vivieron en carne propia aquella época, conmemoraron el DÃa del Minero en Lebu con una emotiva ceremonia que homenajeó a los mártires y a todos quienes fueron parte viva de esta historia.
Las herramientas y muebles de la época, la maqueta del lavadero de carbón, elementos de seguridad, documentos y fotografÃas de barreteros, cañoneros, disparadores, mecánicos, y tantos otros, despertaron la nostalgia en los asistentes, en un reencuentro con el pasado, cuando la valentÃa y el compañerismo eran fundamentales para realizar las labores diarias al interior de los yacimientos.
Pedro Millahual, quien trabajó más de 24 años en la mina comentó que “este museo, junto al Parque del Carbón serán el impulso de la historia minera de Lebu. Es un reencuentro con nuestras raÃces y nuestra identidad”, aseguró.
Asimismo, José Navarro Leiva, ex minero de Carvile opinó que “este es un homenaje muy lindo para nosotros y para nuestros hijos y todas las generaciones que vengan porque es muy importante que la historia minera de Lebu perdure en el tiempo”, destacó.
El alcalde de Lebu, Cristián Peña, comentó que hoy hemos abierto las puertas del museo minero de Lebu. Se trata de una obra muy importante para quienes fueron parte de la época carbonÃfera de Lebu porque recoge la historia de tantas familias que dedicaron su vida al carbón y levantaron la economÃa de la ciudad, lo que ahora forma parte de nuestro patrimonio e identidad como comuna”.
HUELGAS
Si bien, a lo largo de su historia, la actividad minera estuvo marcado por una serie de huelgas para exigir mejoras laborales y salariales, la de 1994 fue quizás una de las mayores movilizaciones del mundo carbonÃfero de las últimas décadas. La crisis de la industria amenazaba con el cierre de las minas, y ponÃa en jaque la fuente laboral de miles de personas. En aquel año, los mineros acompañados de sus esposas e hijos paralizaron la ciudad por una semana. Familias completas salieron a la calle a exigir al gobierno una solución.
“En el periodo de nosotros, la huelga más grande que hubo fue cuando nos iban a cerrar la empresa, y gracias a nuestro ex dirigente, don Jorge Garrido Garcés, más conocido como “Poca Ropa” cabecilla del movimiento y presidente del sindicato N°1, armamos una huelga legal grande. Éramos 2 mil 700 mineros en ese entonces y también tuvimos la participación de nuestras dueñas de casas y los hijos, porque se paralizaron los colegios. Lebu se paralizó completo por una semana”, contó Pedro Millahual.
Asimismo, recordó la toma de la mina Victoria. “Fue muy bonito el recuerdo, pero a la vez sacrificado, tuvimos que tomarnos la mina Victoria y estuvimos abajo sin aire porque se pararon los ventiladores. Era un peligro porque pudo haber ocurrido una explosión, pero gracias al poder y sacrificio de todos nosotros logramos que no cerrara la mina”, expresó.
ACCIDENTES
Según las investigaciones, desde el año 1878 hasta 2008, fallecieron alrededor de 85 mineros en medio de las faenas. Pero sin duda, el accidente que aún cala hondo en la memoria colectiva, es el que ocurrió en el Chiflón La Fortuna el 8 de agosto de 2005, tras una explosión de gas grisú, donde 56 mineros resultaron heridos y cuatro de ellos perdieron la vida (Jaime Alarcón, José Muñoz, Nelson Salas y Ramón Huenul).
Carlos Gatica Romero, quien trabajó 20 años en la mina, con emoción recordó esta tragedia. “Fue en la estocada 18 del Chiflón Fortuna. Yo me encontraba abajo haciendo tacos cuando sentà un estruendo, como si se hubiesen reventado las cañerÃas y de repente me vi rodeado en fuego quemándome. Después ya no recuerdo nada hasta cuando estábamos en Coronel, si no hubiera sido por mis compañeros que me rescataron, no habrÃa estado contando esto. Estuve 1 mes 10 dÃas hospitalizado y en ese momento no nos contaron que habÃan compañeros fallecidos. Fue una tristeza tremenda haber perdido a nuestros compañeros y hasta el dÃa de hoy duele”.
Asimismo, el 3 de marzo de 2008, en la estocada 18 del Chiflón Fortuna, vÃctima de un desprendimiento de toscas, Marcos Marihuen perdió la vida, transformándose en el último mártir del carbón de nuestra ciudad.
OBJETIVO COMÚN
El trabajo en la mina dio sustento a miles de familias que vieron en la industria una oportunidad para surgir. En este contexto, los mineros tenÃan un pensamiento común: entregarles un futuro mejor a sus hijos, ahà cobraba sentido su sacrificio, como contó Millahual “uno siempre decÃa, no se la doy a mis hijos. El pensamiento de todos los mineros era que los hijos estudiaran otra carrera pero que no llegaran a la mina. Nosotros fuimos hijos de minero. Antes, era difÃcil que fuéramos a educarnos por el sistema del dinero, pero después tenÃamos los medios para pagarle una carrera un poco más alta de lo que estudiamos nosotros, ese era el lema de todos”.
Fueron muchas las historias en torno a la mina que generan un sentimiento común en sus protagonistas. Si bien, la vida ahora asume nuevas caracterÃsticas, estos recuerdos quedarán intactos en la memoria de todos quienes fueron parte de esta travesÃa: la historia del carbón en Lebu.