“El gobierno tiene que asumir un rol más activo en el problema de la producción de Carbón en la provincia de Arauco y convertir a la Empresa Nacional de Minería, Enami, en un poder de compra que dé movimiento al sector y aportar así a la zona de rezago, que hasta ahora no pasa de ser un discurso vacío”, afirmó el senador de la UDI, Víctor Pérez Varela.

El parlamentario sostuvo que “no podemos desconocer que el problema puntual en la mina Santa Ana de Curanilahue es privado y de empresarios irresponsables pero hay un impacto social que no puede dejar indiferente al Estado y hay que tomar acciones y no quedar mirando para el cielo”. En este sentido recalcó que “la situación demuestra que la zona de rezago del gobierno ha sido un fracaso”.

El senador sostuvo que “hay hospitales y escuelas de la Región del Bío Bío que podrían utilizar el carbón de Curanilahue como combustible para calefacción y otras actividades que requieren una fuente de energía”.

Pérez Varela indicó que “no se trata de darle solución a los empresarios, que reitero han sido irresponsables, sino que dar una salida al actual conflicto que afecta a 600 trabajadores de la provincia de Arauco, un problema social que hay que enfrentar y que surge ante la incapacidad del gobierno de generar las condiciones en la provincia para que surjan otras actividades productivas”.

En este sentido, dijo, “los recursos generados por la compra a través de Enami, deben ser orientados al pago íntegro de los sueldos y beneficios sociales que se le adeudan a los trabajadores y luego los privados tendrán que asumir si pueden o no seguir con la actividad productiva”.

Junto con ello, el senador planteó que “lamentablemente todos los procesos de reconversión en la cuenca del carbón han fracasado y esta es una actividad que desarrollan también decenas de pirquineros que también merecen una oportunidad”.

Por eso, expresó que “el gobierno tiene que asumir una tarea prioritaria en la provincia de Arauco, con un plan que efectivamente permita a la zona diversificar su potencial productivo, que permita abandonar la extracción de carbón que derechamente no es rentable”.

Para eso, insistió “se requiere un gobierno verdaderamente activo, con autoridades capaces de enfrentar el desafío, y no autoridades que incapaces de reaccionar y a quienes los problemas les revientan en la cara”.