Las caletas en la Provincia de Arauco, dicen vivir en precarias condiciones desde el terremoto, y acusan a las autoridades de no avanzar con la reconstrucción.

Los vecinos de las caletas de Llico y Tubul en la provincia de Arauco reclaman que tras la mediatización de Dichato, todos los ojos se han volcado hacia esos sectores, y ellos han quedado en el más absoluto abandono.

La popular caleta, emplazada a 32 kilómetros al sur de Arauco y la que junto a Tubul, distante sólo a un par de kilómetros, resultaron arrasadas casi por completo el 27 de febrero de 2010.

El mayor enojo de los vecinos es que se les ha dejado de lado, según ellos atribuyéndolo a la lejanía, a diferencia de otras caletas, “quizá por que estamos lejos de Concepción, si nosotros también perdimos nuestros hogares. Acá nosotros somos lo último, Dichato sale a cada rato por la tele, anoche había un festival, también pasamos lo mismo que en Dichato y nadie nos ha venido a inventar un festival para ayudar a levantarnos”, indicó Cecilia Muñoz, damnificada de Llico.

Pablo Ivelic, coordinador nacional de la reconstrucción, empresa encargada por el presidente luego del tsunami y cuyo plazo fatal es el año 2014, visitó la zona. En la oportunidad indicó que Llico, Tubul y Tumbes, esta última caleta de Talcahuano, son las localidades que mayor retraso presentan en cuanto a obras de edificación.

“Implementamos un subsidio especial de traslado, para que las familias que no quieran pasar el invierno en esas condiciones, pero teniendo la certeza de que la construcción de las casas va a llegar a término en el corto plazo, puedan recibir un bono de dinero para que puedan arrendar”, expresó en la oportunidad el designado de la presidencia.

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