Región, Sábado 24 de Abril de 2021 a las 19:12

INIA DESARROLLÓ PRIMERA CÁMARA DE SIMULACIÓN CLIMÁTICA PARA LA AGRICULTURA DEL PAÍS

Estructura de 270 metros cuadrados levantada en Chillán, fue visitada por Subsecretario de Agricultura, quien destacó la tecnología utilizada que permite prever los climas extremos de las próximas décadas y anticipar los cultivos adecuados para la región. Cámara climática forma parte de la ejecución de proyecto “Zonificación térmica y cámara climática para la región de Ñuble” financiado por el Gobierno Regional.

Como una forma de adelantarse a las condiciones climáticas que existirán en los próximos años, investigadores de INIA Quilamapu establecieron una Cámara de Simulación Climática o Fitotrón, estructura de 270 metros cuadrados, equipada con tecnología de última generación, capaz de traer al presente climas extremos del futuro, modelados con inteligencia artificial. En esta cámara, distintas especies frutales, de cultivos y suelos son sometidas a cambios térmicos severos, para medir sus comportamientos fisiológicos y evaluar sus desarrollos y rendimientos ante condiciones severas.

La cámara climática, está compuesta de dos naves centrales y una cámara de frío, donde se replican periodos de heladas, sequías, inundaciones, altas temperaturas, entre otras variantes, todas ellas asociadas al cambio climático imperante. 

“La idea es proyectar cuáles son los cultivos o especies idóneas que deben establecerse en las distintas zonas geográficas de la región de Ñuble, bajo condiciones más extremas de temperatura, humedad ambiental y disponibilidad de agua, entre otros aspectos. Así se podrá responder, por ejemplo, a la pregunta de qué especies frutales plantar o qué cultivos establecer en los distintos puntos de la región”, sostuvo Marcelino Claret, investigador a cargo del proyecto. 

El profesional de INIA Quilamapu agregó que “en la cámara se investiga la alimentación futura en el escenario de cambio climático”. A modo de ejemplo, señaló que en la actualidad evalúan la resistencia a sequía y frío en distintas variedades de papas, y el comportamiento de 40 líneas genéticas para producir arroz con riego, con la finalidad de alcanzar “un enorme ahorro de agua en tiempos de mega sequía”.