Martes 1 de Mayo de 2012 a las 18:10

Chofer y pasajera de taxi colectivo secuestrados en Cañete, aparecieron a cientos de kilómetros

Casi diez horas de terror vivieron el chofer de un taxi colectivo y una pasajera luego de ser secuestrados y obligados a viajar, maniatados, en el maletero del móvil de alquiler.  Los antisociales (un hombre y una mujer) abordaron el colectivo en el centro de Cañete y solicitaron ser traslados hasta un motel de la parte sur de la ciudad, sin embargo, todo cambió cuando sacaron armas y con amenazas cambiaron el itinerario.  El automóvil apareció en las cercanías de Villa Alegre en la séptima región.

El angustioso episodio se inició a eso de las 19 horas de ayer lunes, hora en que el colectivo fue abordado por una pareja que solicitó un servicio hasta un motel en las cercanías de Peleco.  En el trayecto el móvil tomó a una pasajera.  Ya en el ingreso sur de la ciudad histórica quedó al descubierto las intenciones de la “parejita”, los que con armas de fuego en mano intimidaron al chofer y a la pasajera.  Ambos fueron trasladados hacia el camino a Cayucupil, lugar en que terminaron amarrados y dentro del maletero.
La joven de 22 años identificada con las iniciales B.A.D. relató lo acontecido.  “Íbamos en el colectivo cuando de repente ellos sacaron armas y nos amenazaron con matarnos si habríamos la boca.  Nos amarraron y nos metieron en el maletero.  Logré zafarme y pudo echarle un poco de aire al conductor, él iba muy atado y casi no se podía mover (…) viajamos muchas horas y parece que pasaron a un servicentro.  Un poco más allá sacaron al chofer y lo dejaron abandonado.  A mi me pasaron para la cabina del colectivo y al cabo de un rato se les acabó la bencina, me encerraron en el maletero nuevamente  y los sujetos se fueron “, contó la joven mujer.
El chofer identificado como Alberto Cid Jara como pudo buscó ayuda en la carretera y fue, precisamente ahí, que apareció un funcionario de Carabineros de civil que lo trasladó hasta la subcomisaría de Villa Alegre en la región del Maule.  Personal policial, hasta el momento, no ha logrado dar con los autores de este extraño incidente que partió en Cañete y terminó a cientos de kilómetros al norte.
Mientras todo esto ocurría en casa del conductor se vivían horas de mucha angustia, ya que desde las siete de la tarde se había perdido todo rastro, razón por la cual, a eso de las tres de la madrugada, ya del martes la familia concurrió hasta la Tercera Comisaría de Carabineros de Cañete a estampar una denuncia por presunta desgracia.  Uno de sus cercanos señaló que habían quedado de reunirse en casa de unos amigos, pero Alberto nunca llegó y menos contestó el celular.  De ahí en adelante la preocupación creció.  Para buena fortuna todo terminó cuando casi amaneciendo Carabineros les avisó que el malogrado chofer apareció sano y a salvo en la región del Maule.