Es lo que la gente quiere, es lo que la gente eligió, pero claro el sistema electoral le impide que sea elegido concejal. Afortunadamente Carvajal es parte del acuerdo que ganó el municipio cañetino (Abraham Silva), razón por la cual se tiene ganado todo el derecho de ocupar un cargo importante dentro de la nueva administración.

En política esto ha sido siempre así, basta recordar algunas pérdidas de elecciones emblemáticas, como cuando Ricardo Lagos perdió una primaria con Frei y luego la senaturía con Zaldívar, o en la vereda de enfrente, cuando Lavín perdió con Piñera; en ambas situaciones se reconoció el derecho de ambos a ocupar algún cargo ministerial importante e incluso le dieron a elegir cual y luego ocuparon importantes ministerios.

En menor medida pero con más méritos que los personajes anteriores, el Alcalde electo, Abraham Silva, tiene la obligación de ofrecerle a Carlos Carvajal un cargo dentro de los que tiene derecho a nombrar dentro de su administración en el mandato que comienza en diciembre, más que una obligación moral, es una obligación política, de un “acuerdo de caballeros” y de un mínimo de reprocidad ante el tremendo trabajo que Carvajal hizo dentro de su gente a favor de Silva, solo imaginen que se pudieran restar los votos de este a Silva.

Sabemos que dentro de la configuración del nuevo equipo que está armando Abraham Silva para trabajar en el municipio están trabajando otros partidos y partidarios, la mayoría más perdedores que Carvajal (solo vean las votaciones del PDC, PS y PPD) con la excepción del PRSD, partido que eligió a 3 concejales gracias que se vio muy beneficiado por el propio Carlos Carvajal, basta decir que si Carvajal saca 100 votos menos, el PRSD no elige a su tercer Concejal, es decir, no solo Viveros “arrastró” a Leal, sino que la votación de Carvajal ayudó mucho para que este se eligiera. De acuerdo a esto último resulta lógico pensar que el PRSD debe apoyar firmemente a que Carvajal sea parte del nuevo equipo municipal.

 
El dilema será entonces qué cargo debiera ocupar Carvajal; según su experticia tiene que ver con el Área Social, razón por la cual que el cargo más adecuado para Carlos sea el DIDECO. La Dirección de Desarrollo Comunitario o DIDECO es un Departamento con muchas responsabilidades ya que en la actualidad maneja casi una treintena de “Oficinas” y “Programas”, desde acá se administra las oficinas de Jóvenes, Cultura, OMIL, Mujeres, Vivienda, entre otras y Programas como CONACE, Ficha de Protección Social, Subsidios, etc.

Se sabe que es un cargo extremadamente sensible, pero no imposible de administrar, en el caso de Carlos Carvajal, eso si, él deberá adaptarse al sistema y dejar de lado por un tiempo su ideologismos y defensas de causas aún utópicas en el contexto de una actual administración municipal.

 
Por otro lado, también hemos sabido de la dificultad que ha tenido el Alcalde electo para posesionarse en el cargo, sobretodo a la hora de conformar el equipo que lo acompañará y donde radicaba el gran temor de la ciudadanía, de hecho ha sentido un particular acoso de funcionarios que se sienten con derecho ganado de tomar decisiones solo por haber participado en su campaña, pero lejos con una capacidad técnica para desempeñarse en cargos de alta responsabilidad, incluso se está dando el caso que funcionarios que la actual administración sacó de algunos cargos (o trató) que ven en Silva una forma de recuperar los privilegios que alguna vez tuvieron y del cual fueron sacados no por una decisión política, sino más bien por razones de ética e incapacidades que mostraron en su desempeño, resultaría un grave error para Silva y prestigio de su gobierno que se retrocediera en este ámbito.

 
A propósito de DIDECO y capacidades técnicas de actuales funcionarios y algunos “recomendados” al Alcalde electo; Abraham Silva deberá tener sumo cuidado con quienes desee contar como colaboradores directos ya que se viene las eventuales citaciones por lo que parecía dormido caso de las Fichas de Protección Social, donde hace unos días fue formalizada como imputada la esposa de un empresario y bien sabemos que ella habría actuado por insinuaciones de profesionales del municipio que en investigaciones futuras y eventual juicio tendrán que ir a aclarar ya sea como imputados o testigos. Sería muy mal visto y desprestigiante para el nuevo alcalde tener que dar explicaciones por su nombramiento de eventuales responsables del mayor escándalo que se produjo en nuestra ciudad y el cual también debe haber repercutido en la pérdida de Radonich.

Alejandro Fica.