Jueves 13 de Agosto de 2015 a las 17:37

Ductos de chimenea atemorizan a los apoderados de jardín infantil de Cañete.

El miedo embarga a diario a los apoderados del jardín infantil “Los Pitufos” del Sector La Granja en Cañete, el techo del establecimiento ya presenta las evidencias de lo peligroso que se ha convertido el uso de la estufa a leña en el lugar.

Como se aprecia en las imágenes dos cañones de estufas que se proyectan desde el interior del recinto, pasan a centímetros de un entretecho de material ligero, transformándose en un riesgo potencial ya que se puede producir un recalentamiento del ducto que podría terminar por originar llamas en la parte superior del recinto, relatan los afectados.

Mabel Salgado, teme por la vida de sus dos hijos que son alumnos del jardín y también por los cerca de 50 niños menores de 4 años que asisten al establecimiento, “mi hijo más chico está en el segundo piso, si entra el fuego por el entretecho, ¿cómo tres o cuatro tías sacan a 25 niños que no caminan?”, se cuestiona Mabel. Pero es realista y dice que tampoco en fechas de bajas temperaturas se puede dejar a los niños sin calefacción. Es por eso que desde 2014 han ingresado oficios a la Dirección de Administración Municipal de Educación DAEM de Cañete, sin que la coordinadora,  que es nexo entre este organismo, la Junta Nacional de Jardines Infantiles Junji y los apoderados, se haga presente en el jardín, acusó Mabel.

El Comandante Cristián Roa, del Cuerpo de Bomberos de Cañete, señala que “si esos ductos generan un efecto por conductividad se transmitiría calor por objetos sólidos ya que el cañón pasa muy cerca de esa tabiquería y si por ejemplo hay mala mantención cualquier objeto que se proyecte desde dentro del cañón puede generar una chispa e ingresar a esa tabiquería”, detalló Roa, quien en resumen dijo que quien hizo esa instalación no calculó la cercanía entre un objeto y otro además, del riesgo potencial que podía generar.

La Junji en tanto se presentó esta mañana en el establecimiento, una supervisora provincial de la entidad llegó en compañía del Alcalde Abraham Silva, ambos escucharon a los apoderados y designaron el día lunes 17 de agosto como fecha límite para dar con una solución; que por una parte brinde mayor seguridad a los niños y también de tranquilidad a los apoderados que demostraron su molestia y argumentaron finalmente que “no es posible que las autoridades aparezcan recién cuando el asunto se hace masivo y llega la prensa, más aún cuando hay niños pequeños de por medio”, pero admite que por encima de todo lo que necesitan es mayor supervisión al establecimiento que según señaló Mabel Salgado, presenta además, diversas falencias administrativas y de gestión interna, puntualizó la mujer.