Ante unos 80 productores provenientes de diversas comunas de la región del BiobÃo, se dio por concluido en Chillán, el programa “Transferencia de prácticas alternativas al uso del fuegoâ€, que por espacio de dos años impulsó la Corporación Nacional Forestal, Conaf Región del BiobÃo, y ejecutó el Instituto de investigaciones Agropecuarias (INIA Quilamapu) con financiamiento del Gobierno Regional.
Este programa especial de Conaf surgió como respuesta a la creciente preocupación ciudadana de conservación de los recursos naturales en Chile. Apuntó a relevar temas como la contaminación ambiental, la conservación de los suelos, la existencia de incendios de pastizales y de bosques, las quemas de rastrojos agrÃcolas y residuos forestales.
Entre los años 2012 y 2015, Conaf, INIA y el Gobierno Regional se abocaron a promover prácticas alternativas a la quema de los rastrojos agrÃcolas y de los residuos de cosecha forestal, transformando la eliminación de estos recursos en una fuente generadora de bienes útiles para el conjunto de la sociedad.
Respecto de la importancia y proyecciones que generó este programa, el Director Regional de Conaf, Jorge Morales Gamboni, dijo que éste sienta las bases para dejar de quemar rastrojos agrÃcolas y desechos forestales, toda vez que los resultados del trabajo realizado indican que resulta económicamente más rentable no recurrir a las quemas: “Este fue un importantÃsimo proyecto que ha llevado adelante el Ministerio de Agricultura, a través de Conaf e Inia, como un aporte a los agricultores de modo de disminuir las quemas de rastrojos. Hemos visto que es más rentable no quemar. Otros paÃses en el mundo ya no queman, Chile tiene que ir hacÃa allá, ya que es un signo de desarrollo el no quemar rastrojos. La agricultura chilena tiene que enfrentar eso lo más rápidamente posible. Este proyecto va a la vena de ese temaâ€.
En tanto el seremi de Agricultura, Rodrigo GarcÃa, resaltó la importancia de este programa para la Región del BiobÃo en general y para la provincia de Ñuble en particular, toda vez que apunta a generar alternativas a antiguas prácticas de quemas en el rubro de cereales, cultivo que suman más de 100 mil hectáreas en la región, donde un 30 por ciento de los productores aún practican las quemas. GarcÃa indicó la necesidad de disminuir este tipo de prácticas, para lo cual debiera generarse las instancias para que siga siendo un rubro rentable para los agricultores. Agregó que esto se inserta en la promoción de una agricultura sustentable impulsada por el Ministerio de Agricultura y en la generación de alimentos sanos, lo que entrega un valor agregado a los productos agrÃcolas.
El director regional de INIA Quilamapu, Rodrigo Avilés, destacó que el hecho que en este programa hayan participado distintas especialidades de investigadores INIA, en cuyo trabajo se evidencia que sà existen alternativas en prácticas culturales para disminuir las quemas agrÃcolas. También resaltó el hecho de que se trabajó con 200 agricultores, probando en poco más de 2 hectáreas cada uno prácticas conservacionistas. Con ellos se pudo demostrar que los rendimientos alcanzados son muy buenos y competitivos desde el punto de vista económico.
Finalmente, Avilés valoró la generación del documento de transferencia tecnológica denominado “Rastrojos de cultivos y residuos forestales†que resume los trabajos realizados en cada una de las disciplinas que se analizaron durante los tres años.
Los resultados del programa “Transferencia de prácticas alternativas al uso del fuego†fueron presentados durante la ceremonia por el investigador de INIA Quilamapu, Carlos Ruiz, quien tuvo a su cargo la dirección ejecutiva del trabajo
Conclusiones
Este programa evidenció un importante avance técnico en la transferencia tecnológica sobre el tema de manejo de los rastrojos y residuos forestales sin quema en la región del BiobÃo. La recepción de los agricultores y productores forestales ha sido positiva. No obstante, aún quedan incógnitas en el manejo de rastrojos sin quema, que es muy necesario resolver con nuevas investigaciones para  dar mayor seguridad a los productores, entre ellas: control de malezas, control de enfermedades y disminución del costo de manejo de rastrojo sin uso del fuego. Esta última es la principal barrera, mencionada por los productores, para la adopción de tecnologÃas de manejo de rastrojos sin quema.
El programa focalizó su trabajo en las comunas de Quilleco, Tucapel, Mulchén, Santa Bárbara, Los Ãngeles, Yumbel, Florida, Tomé, Coihueco, San Ignacio, San Carlos, Pinto, El Carmen, Chillán, Pemuco, Bulnes, Chillán Viejo, Yungay, Arauco y Cañete.
200 propietarios distribuidos en dichas comunas fueron beneficiados en forma directa, mediante la ejecución de labores de corte, hilerado y enfardado del rastrojo, difusión de alternativas de cultivo a los productores, rotaciones más amplias sobre los residuos de los rastrojos, implementación de tres módulos demostrativos en la precordillera, secano interior y secano costero. A ello se sumó la realización de seminarios y dÃas de campo, mecanismos a través de los cuales se dieron a conocer las nuevas prácticas, que finalmente beneficiaron, indirectamente, a más de 300 agricultores.