Tres personas fallecidas, mismo número de casas consumidas en su totalidad, una casa con daños de consideración, más tres locales comerciales completamente destruidos, fue el saldo de un voraz incendio registrado en la intersección de calle Villagrán con Sargento Aldea, lado sur del casco urbano de la ciudad de Cañete.

El fuego se inició faltando 20 minutos para las 4 madrugada de este domingo, a la llegada del primer carro de bomberos, el incendio ya estaba declarado y consumía una casa de dos pisos ubicada justo en la esquina señalada, a una cuadra de los tribunales de justicia.

El rápido avance de las llamas, que consumía estructuras de material ligero, se propagó también a una segunda casa, la que terminó destruida totalmente, junto con una carnicería, un taller mecánico y un salón de belleza, todos inmuebles ubicados dentro del mismo sitio desde donde se originó el incendio.

Cuando parecía que la emergencia estaba a punto de ser controlada, los estanques de agua de bomberos se quedaron vacíos, debido a que los grifos cercanos, si bien estaban con agua, estos no tenían la presión suficiente, por lo que el fuego volvió a tomar fuerza, alcanzando a otras dos viviendas contiguas.

” Nos quedamos sin agua porque los grifos no tenían presión para abastecer las máquinas, lamentablemente por ese problema, que no es primera vez que lo tenemos en la comuna, fueron sumado las casas dañadas y por la falta de agua no pudimos pararlo a tiempo”, indicó Héctor Quilodrán, 2do comandante del Cuerpo de Bomberos de Cañete, quien estuvo a cargo de la emergencia.

Quilodrán, además reveló, que en Cañete existe solo un grifo con presión suficiente, el de la copa del agua, hasta donde debieron concurrir los carros para abastecerse, nueve cuadras distante del lugar del fatal incendio.

Por ahora, se sabe extraoficialmente, que una de las personas fallecidas es el propietario de la vivienda donde se habría iniciado todo, se trataría de, José Segundo Huenchullan Lepillan, de 72 años, un conocido mecánico de la ciudad. Las otras dos personas no han sido identificadas. Al parecer, todos ellos se encontraban compartiendo algunos tragos al momento de ocurrido el  siniestro, no pudiendo escapar de las llamar, terminando calcinados.

Juan Sanchez, de 25 años, trabajaba en el taller por años, José Huenchullan, era su jefe. Al ver lo que estaba sucediendo, entró a la casa, a pesar de la oposición de bomberos, según relata y como pudo salvó al hijo de Huenchullan.

“Mi cuñado me dijo, se está quemando el taller, entré al segundo piso, grité “pató, donde estás pato”, el me decía, “aquí estoy-aquí estoy”, tiré la mano, justo le agarré el pié, gracias Dios y lo saqué a la rastra”, detalló.

“Salvé a uno, pero no pude salvar al viejito, lo tengo en la mente, él me decía “sácame chulita”, pero no pude. Él me enseñó todo lo que yo se”, relató visiblemente quebrado.

Por último, bomberos informó preliminarmente, que el origen del fuego habría sido en una estufa de combustión lenta. La fiscalía instruyó al Laboratorio de Carabineros realizar pericial en el lugar de la tragedia, mientras que los cuerpos serán trasladados al Servicio Médico Legal de Concepción, donde se determinará, entre otras cosas, la causa de las muertes.

También trabajaron bomberos de Cayucupil y Los Álamos.